Una de las cosas que peor soporto es el uso espurio del poder funcionarial para practicar cacerías ideológicas o acumular méritos profesionales dispensando lametazos al poder. Algo que no resulta infrecuente en España, en especial entre esos soldados de la militancia a quienes ciega su supuesta superioridad moral, y que entienden las prerrogativas de su oficio como salvoconducto para aplicar su particular concepto de justicia social. Ya escribí, con referencia al fiscal general, que las facultades exorbitantes que las leyes confieren a los funcionarios cualificados no constituyen un cheque en blanco para hacer con ellas su santa voluntad.

Sánchez ha utilizado a la Abogacía del Estado, especialmente a una de sus integrantes, como su abogada particular. Y así la ha tenido a su disposición para dilatar y rechazar el acuerdo de conformidad de la Fiscalía de Madrid con Alberto González Amador -empresario hoy pareja de Ayuso– por una inspección tributaria anterior a su relación con la presidenta de la Comunidad de Madrid, para defender la aplicación inmediata de la amnistía a los dirigentes golpistas catalanes, o para querellarse por supuesta prevaricación contra el juez Peinado, que cometió el horrible pecado de investigar los tejemanejes de Begoña.

Pero ha tenido que llegar el Auto de 18 de octubre de 2024 del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, acordando la inadmisión a trámite de la querella de Pedro Sánchez contra el juez Juan Carlos Peinado, para que a la hiperactiva abogada del Gobierno los Tribunales la pongan en su sitio. El Auto, redactado por el magistrado Francisco José Goyena, y acordado por unanimidad de los miembros de la Sala -con un voto particular que, además, propone proceder contra Sánchez por abuso de derecho y mala fe procesal, dado lo disparatado de la querella- proporciona a la abogada del Estado una lección de gran rotundidad en la que solo falta proponer que vuelva de nuevo a estudiar la oposición.

Los tres magistrados del TSJ de Madrid sacan los colores a la osada redactora de la querella en varios aspectos humillantes para cualquier jurista competente: primero, por acusar al juez Peinado de dictar una providencia supuestamente prevaricadora que fue realmente emitida y firmada por su juez sustituto (contra quien, de forma sorprendente, la querella no se había también dirigido); después, recordándole -en una clase teórica casi de primero de carrera- la significación y consecuencias del principio de separación de poderes en un Estado de Derecho; más adelante, aclarándole la tipología penal del delito de prevaricación, que no consiste en que un juez niegue la razón a una parte en un proceso sino en que dicte una resolución objetiva y manifiestamente injusta; seguidamente, remarcándole que citar como testigo a un presidente del Gobierno no implica “perjudicar su labor”, ni “interferir innecesariamente” en el funcionamiento normal del poder ejecutivo de un país; y finalmente, aclarándole que el juez puede llamar como testigo a Pedro Sánchez no por razón de su cargo, sino por los hechos que pudiera conocer como marido de la investigada, no gozando en ese caso de las prerrogativas procesales de la Presidencia del Gobierno (declarar por escrito).

Por la contundente somanta recibida, que abochornaría a cualquier jurista desprovisto de la triste vocación de esbirro del poder, espero que Doña Zaida Isabel Fernández Toro, abogada del Estado número 22 de la promoción de 24 del año 2016, deje de desprestigiar su honorable profesión y maltratar el recto razonamiento jurídico buscando atajos políticos que aceleren su incipiente carrera. Pero, si desprecia estos consejos de jurista veterano, conociendo al déspota a quien sirve más le vale procurarse unas rodilleras nuevas.

 

P.D. Las otras dos querellas presentadas contra el juez Peinado han sido también desestimadas. Una era la de la propia Begoña Gómez, y la otra había sido presentada por el periodista de la SER y Onda Cero Máximo Pradera, hijo del antiguo editorialista de El País Javier Pradera, y nieto del fundador de Falange Española Rafael Sánchez Mazas. El mejor retrato posible del socialismo militante español. Alguien que, cuando fue inadmitida su querella, escribió un tuit arengando a “cortarle el cuello a Ayuso”.

PUBLICADO EN MALLORCADIARIO.COM EL 28 DE OCTUBRE DE 2024.

Por Álvaro Delgado Truyols