Marco Tulio Cicerón nunca puso la amistad o su conveniencia por encima de lo justo. Ni por encima de los intereses de su amada Roma, que con sus mejores energías y su desbordante talento siempre había defendido, con una dignidad extrema que le acabó costando la vida.
“Hace 87 años nuestros padres crearon en este continente una nueva nación, concebida en la libertad y consagrada al propósito de que todos los hombres son creados iguales. Ahora estamos envueltos en una gran Guerra Civil que pone a prueba si esta nación, o cualquier otra así concebida y dedicada, puede perdurar en el tiempo”….
La suciedad de las calles de Palma constituye una de nuestras actuales señas de identidad. Tenemos una ciudad turística deslucida por su manifiesta falta de limpieza, por grafitis infames que emborronan fachadas históricas y por una triste sensación de dejadez en buena parte de sus barrios. Pero nuestro inquieto Ayuntamiento, en lugar de barrerlas físicamente -como sería deseable visto lo que cobran por ello, incluso a negocios que llevan un año cerrados sin generar basuras- decidió recientemente barrer sus nombres. O algunos de ellos, bajo un ataque de antifranquismo retrospectivo y de presunta “normalización democrática”.
Oscar Wilde dejó escrito que “el trabajo es el refugio de los que no tienen nada que hacer”. Y Pablo Iglesias le hizo caso. Con el rollo del trabajo le van a venir a él, que aspira a representar a todos los trabajadores desheredados del mundo. Aunque sin trabajar, claro. Porque currar, lo que se dice currar, aunque sea de Vicepresidente Segundo del Gobierno para Asuntos Sociales, le aburre soberanamente. Por eso lleva años sin dar un palo al agua. Trabajar no entra en los parámetros mentales de alguien que ha nacido para ser revolucionario de plató de televisión. Y, por supuesto, financiando sus gastos con pasta ajena. De todos nosotros, siempre que sea posible.
Orchestral Manouvres in the Dark (OMD) fue un grupo de new wave británico, caracterizado por el uso experimental de música electrónica y sintetizadores, muy conocido en los años 80 y 90. Su mayor éxito fue una canción antibelicista llamada “Enola Gay”, tomando el nombre del avión norteamericano que lanzó la primera bomba atómica sobre la ciudad japonesa de Hiroshima, en la Segunda Guerra Mundial.
Hay personas a las que el destino les pega duro, desde bien pequeñas, como a un saco de boxeo. Para quienes la existencia supone una lucha titánica, agotadora, por momentos cruel e interminable. Pero que consiguen aguantarla en pie, mirando al frente, tragándose sus penas. Sin nunca renunciar a ser felices y, sobre todo, a hacer felices a los demás. Mientras muchos se lamentan, ellos pelean. Mientras otros desisten, ellos insisten. Mientras la mayoría ya hubiera arrojado la toalla -empapada de lágrimas- al duro ring de la vida, ellos esperan pacientemente la próxima embestida. Con esa invisible túnica de fortaleza, resolución y dignidad que sólo visten los muy grandes.
El Gobierno balear de Francina Armengol acaba de anunciar que va a expropiar temporalmente 56 viviendas a “grandes tenedores” para destinarlas al alquiler social. Una medida de alcance muy restringido, que difícilmente va a solucionar el problema de la vivienda en una Comunidad en la que vive más de un millón de habitantes, pero que se enmarca en el modelo de propaganda incesante en el que parecen instalados los actuales gobernantes. Aparte de desatender las graves consecuencias -jurídicas y económicas- que puede acarrear en el futuro esta medida indudablemente cortoplacista.
Taburete es un conocido grupo de pop español -cuyas canciones han arrasado en estos últimos años- liderado por el joven músico Willy Bárcenas. Aparte de encumbrar a su banda a la cima de las listas de éxitos, el líder de la formación se ha mostrado también como un hijo atento, haciéndose cargo de los serios problemas que han afectado recientemente a sus padres, ambos ingresados en prisión. Los hijos nunca son responsables de los delitos que hayan podido cometer sus progenitores, aunque éste ha demostrado tener con ellos un comportamiento ejemplar.
Imaginen ustedes un supuesto grupo musical subido a un escenario ante una fervorosa multitud. De repente, atruenan unos acordes metálicos, se encienden los focos y sus componentes aparecen ataviados con una agresiva estética neonazi. Sobre ellos ondea una enorme bandera roja con la esvástica en un círculo blanco y, a los lados, algunos seguidores queman banderas republicanas e imágenes de varios políticos de izquierdas.
Un tipo estudiadamente desaliñado, con voz afectada y mirada extática, dice ante un concurrido auditorio: “Nos duele hacer política, porque no vamos a convertirnos en unos cínicos y lo pasaremos mal, y sufriremos, y tendremos que aguantar muchas mentiras. Pero os aseguro una cosa: cuando no se te olvida de dónde vienes, cuando estás orgulloso de haber crecido en un barrio, cuando estas orgulloso de mirar a los ojos a la gente de tu piso que ven que sigues viviendo en el mismo sitio, cuando saludas a tu panadero, al que te vende el periódico…”.